El reloj del Volksparkstadion cambió la paradoja un año más. El Hamburgo parece que ha hecho un pacto con el drama. O con el diablo. Más de lo mismo. Necesitaba que el Heidenheim perdiera en el campo de Arminia Bielefeld que ya es el equipo de la próxima Bundesliga. Algo que parecía poco probable ante lo que se jugaban unos y otros que estaban ya medio de vacaciones. Pues bien, El Arminia no tuvo piedad y le endosaba un 2-0 antes del descanso.
Un resultado que abría la puerta de par en par al Hamburgo para recuperar la tercera plaza que probablemente cedió perdiendo ante el Hedenheim la semana pasada. Nada más lejos de la realidad, en casa y ante el decimotercero de la tabla, también perdía 0-2 al descanso. Despertó el Dinosaurio en busca del milagro con el gol de caza desde el punto de penalti pero cuando más cerca estaba el empate llegó el tercero del Sandhausen. Un jarrón de agua fría que les hizo tirar la toalla y acabará recibiendo una manita.
Por segundo año consecutivo dejarán escapar en la última jornada el ascenso a la Bundesliga, donde su reloj histórico se quedó parado en 55 temporadas en Primera. El Hamburgo desperdició el año pasado una renta de 12 puntos instalados en las plazas de acceso directo. El Heidenheim jugará la promoción ante el Werder Bremen tras amarrar así la tercera plaza y los lagartos lograrán terminar antepenúltimos.
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