Era el minuto 87 cuando Anfield dedicó una ovación atronadora a un ‘chaval’ de la casa. Conor Bradley había secado por completo a Kylian Mbappé, en un escenario de lujo como la Champions League, y ante uno de los rivales más temidos en la competición reina, el Real Madrid. Sin embargo, su impecable actuación, que confirma su inmenso nivel en Europa, no sorprendió a los que lo han seguido regularmente desde su debut con el Liverpool en la Premier League el pasado 21 de enero.
La papeleta no era fácil. Menos aún, para un suplente. Bradley, ante la ausencia de Trent Alexander-Arnold, tenía que frenar a uno de los mejores jugadores del mundo, ubicado en su posición predilecta, el extremo izquierdo, y con la motivación extra de tener que demostrarle a Carlo Ancelotti que debe ser él el que ocupe esa posición y no Vinicius, que se perdió el duelo por lesión.
Sin embargo, el norirlandés ‘ató’ al galo durante los 87 minutos que disputó y le dio una lección defensiva. Una jugada en el primer tiempo hizo alucinar a los presentes. A campo abierto, Mbappé es prácticamente imparable, aunque no para Bradley. El defensor de 21 años salió con todo al corte y con un magnífico tackle, contundente y medido, le arrebató el balón con una seguridad pasmosa. Fue una de muchas acciones que desesperaron al galo.
Bradley terminó el partido con cuatro tackles, ocho duelos ganados y nueve recuperaciones de balón, corroborando su gran capacidad física y defensiva, pero demostró ser un futbolista inteligente, que lee muy bien las situaciones de riesgo en defensa y que sabe cuándo incorporarse al ataque con peligro. El primer gol del Liverpool, el de Mac Allister, nació de las botas del norirlandés con una pared perfecta. Sin embargo, su partidazo contra el Real Madrid no es un rara avis en el canterano red.
Jürgen Klopp, ‘enamorado’ de él
Tres años estuvo Pep Lijnders, asistente de Jürgen Klopp, avisando al alemán del lateral derecho que había en ‘casa’. Nunca dejó de insistirle para que le diese una oportunidad a un tal Conor Bradley que venía pisando fuerte. Pero claro, con el carril derecho cubierto por Trent Alexander-Arnold, pieza clave en el once del Liverpool, era complicado que se diera el ascenso. Hasta que unos problemas en la rodilla del internacional inglés le abriesen el camino.
Cedido en el Bolton (League One) durante la campaña 2022-23, la oportunidad le llegó el pasado 21 de enero. Debutó en Premier League contra el Bournemouth de Andoni Iraola con una asistencia. Una carta de presentación imponente que sorprendió mucho a un Jürgen Klopp. En el siguiente duelo, contra el Chelsea, repitió con dos pases de gol y una diana. Seguramente, pocos canteranos habían tenido tal impacto en sus dos primeros duelos con la camiseta del Liverpool.
Importante también con Arne Slot
El norirlandés aprovechó los problemas físicos de Trent Alexander-Arnold para sumar minutos con la camiseta red y para tranquilizar a los aficionados: ‘Si no renueva Alexander-Arnold, estamos en buenas manos‘, debían pensar tras su irrupción. Terminó el curso con 23 partidos en los que marcó un gol y repartió seis asistencias y unas sensaciones muy buenas. Pero la marcha de Klopp, enamorado de su fútbol, ponía en el aire su progresión.
El hombre que lo hizo debutar (y que estaba apostando por él) cedía el mando a Arne Slot, y claro, las dudas de si el neerlandés iba a confiar en él estaban más que presentes. Por suerte para los reds, nada cambió, y durante la pretemporada ya dejó claro que iba a consolidarse en el primer equipo. Aunque el titular es Alexander-Arnold, siempre que ha jugado Bradley lo ha hecho bien, y Slot cada vez le da más peso en ataque, insistiéndole para que aparezca por dentro cuando Salah se pega a la línea de cal y participando en las combinaciones por dentro de su equipo.
Esta campaña ya suma 511 minutos de juego repartidos en 12 duelos en los que ha sido capaz de firmar una asistencia, la mencionada contra el Real Madrid. Tras el choque ante los blancos, Slot deberá darle aún más peso en el equipo. Sin lugar a dudas, Conor Bradley dará mucho de que hablar en los próximos años. Especialmente, por la más que probable salida de Alexander-Arnold a final de curso. El carril derecho de Anfield está en muy buenas manos.
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