Kosovare Asllani (Kristianstad, Escania, 29 de julio de 1989) es el fichaje estrella del nuevo proyecto del Real Madrid femenino. La sueca empezará la pretemporada con el Tacon el lunes, pero ya luce en sus redes sociales el blanco. La centrocampista sueca colgó una foto jugando al fútbol totalmente de blanco con el mensaje: “Acostumbrándome al blanco, ¡A mi nueva casa Madrid!”. La mediocentro ha sido una de las jugadoras más destacadas del pasado Mundial de Francia, donde se colgó la medalla de bronce, y es, de momento, el fichaje estrella del conjunto blanco.
Asllani es de ascendencia albana. La sueca viajó en el vientre de su madre de Albania a un pequeño pueblo de Suecia, Kristianstad, huyendo de la guerra y allí nació Kosovare, su nombre en recuerdo a Kosovo, la tierra que abandonaban. La pequeña Kosse, como le conocen en suecia, siempre se ha mostrado orgullosa de sus origenes e incluso luce un tatuaje en honor a Albania en su tobillo. Desde bien pequeña demostró que los deportes eran lo suyo. Practicaba hockey hielo y fútbol y, a las 15 años, se decidió por el balón. Hizo bien, porque a sus 29 años es una de las jugadoras con más clase del planeta y ha pasado por varias ligas.
Kosovare Asllani.
Con 15 años, la mediocentro empezó su carrera en el Vimmerby IF de la Segunda División sueca. Allí anotó 49 goles en 48 partidos y se fue a uno de los grandes de su país, el Linkopings y se convirtió en uno de los grandes referentes del equipo. En 2009 hizo las maletas para cruzar el charco y acabó en el Chicago Red Stars. Volvió a Linkonpings y en diciembre de 2011, se mudó a su ciudad natal para jugar con el Kristianstads DFF. Entonces dio el salto a las grandes ligas europeas. Pasó cuatro años en el PSG y dos en el Manchester City, con el que acabó contrato este verano. Asllani iba a regresar al Linkonpings cuando recibió la llamada del Madrid y lo dudó. Se cumplía el sueño de vestir de blanco. Y el lunes será el primer día de esa nueva etapa.
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