Sigue el tira y afloja entre los aficionados del Bayern de Múnich y Nasser Al-Khelaïfi después de las pancartas que los primeros lucieron en el Allianz Arena el pasado 26 de noviembre en el choque de Champions League entre los muniqueses y el Paris Saint Germain.
“Ministro, propietario de un club, dueño de los derechos de televisión, exmiembro de la UEFA y presidente de la ECA, ¿todo a la vez? ¿Qué el fútbol es nuestro? ¡Que te jodan, plutócrata Al-Khelaïfi!” fueron algunos de los mensajes que se vieron en uno de los fondos del campo del Bayern, un ataque directo al mandamás de la entidad parisino.
Además del propio mensaje, los aficionados también dibujaron el rostro tachado de Al-Khelaïfi en una de las pancartas, un claro singo de rechazo hacia una de las figuras más polémicas en el mundo del deporte y que mantiene relaciones con todos los altos mandos del fútbol.
La curva sur vuelve a la carga
Un episodio parecido fue el que se vivió en el último partido del Bayern en la copa alemana, el que enfrentó al cuadro de Vincent Kompany al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso. La derrota de los locales por 0-1 no fue lo único destacado de la jornada, y es que los aficionados bávaros volvieron a exhibir pancartas en contra del dirigente del PSG.
“¿Distanciarse de la curva para cortejar a los enemigos del fútbol? Reevalúen sus prioridades, FCB. Vete al diablo, Khelaifi. Vete al diablo, PSG,” fue el mensaje que lanzó la curva sur del Allianz Arena, la llamada ‘Südkurve’, que extendió una pancarta de tres niveles sobre la portería.
Estos recientes ataques dirigidos al PSG y a su presidente no son hechos aislados, ya que los aficionados del Bayern han criticado al dirigente catarí en repetidas ocasiones en los últimos años. Su rechazo hacia Qatar tiene raíces que se remontan a 2017, cuando Qatar Airways sustituyó a Lufthansa, la aerolínea alemana, como patrocinador visible en las mangas de las camisetas del Bayern. Comprometidos con los valores de su equipo, los aficionados (propietarios del 75% del club) nunca aprobaron este acuerdo, especialmente considerando que Qatar sería sede del Mundial cuatro años más tarde.
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