El Nápoles no necesita hacer su mejor partido para ir sacando puntos. Es lo que tienen los equipos de Antonio Conte. Conceden poco o nada y aprovechan al máximo las que tienen, sobre todo ante equipos que piensan más en resguardarse bien atrás que en irles a buscar las cosquillas.
Ante la Roma, en el estreno del veteranísimo Claudio Ranieri en el banquillo ‘giallorossi’, le bastó al conjunto partenopeo con un solitario tanto de Lukaku para recuperar el liderato en solitario de la Serie A. Está el campeonato que arde en la parte noble, pero no apunta a ser el Nápoles el primero en caerse de la pelea.
No son los de Ranieri equipos que se prodiguen demasiado en ataque. Al técnico le gusta más resguardarse del frío que ir a tumba abierta a por el rival. Así, al cuadro de Conte le tocó masticar y masticar el partido antes de ganarlo. De hecho, del primer tiempo no hay demasiadas cosas rescatables. Los partenopeos tuvieron la posesión en todo momento, pero no les sirvió de mucho. Con Kvaratskhelia a un nivel bastante inferior al que puede ofrecer, el Nápoles estuvo especialmente atascado.
Lukaku aparece al rescate
En la reanudación, pareció que los locales quisieran darle una marchita más al encuentro. El georgiano apareció nada más empezar el segundo tiempo para ponerle un auténtico caramelo a Lukaku en la cabeza. Sin embargo, el belga no estuvo certero en el testarazo. Sí lo estaría después para aprovechar un medido centro de Di Lorenzo, que se internó en el área y la puso para que el potentísimo ‘9’ partenopeo solo tuviera que poner el pie. Se le ponía cuesta arriba el partido a la Roma.
Con el 1-0, los ‘giallorossi’ empezaron a jugar, pero evidenciaron las carencias que llevan arrastrando toda la temporada. Tiene faena Ranieri para construir un equipo fiable. Tiró del banquillo el veterano técnico italiano, pero fue Dovbyk el que tuvo la ocasión más clara de la Roma en todo el partido con un cabezazo tras un libre directo que se fue directamente al larguero.
En los últimos instantes entró Dybala para intentar la épica, pero no hubo forma. Celebró el Nápoles la victoria como si de un título se tratara. Era uno de los clásicos del fútbol italiano.
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