Álvaro Morata lideró la reacción de un Milan que llevaba dos empates consecutivos y, con su gol, el primero en Serie A desde septiembre, desató al Milan ante el Empoli (3-0) en un San Siro cubierto de niebla que acabó entrando en calor gracias al doblete del neerlandés Tijjani Reijnders.
Pocos pudieron ver con claridad el partido entre el Milan y el Empoli por culpa de una espesa niebla que complicó el disfrute de los presentes y la retransmisión televisiva. Pero entre camisetas ‘rossoneri’ de imposible distinción hubo una que por encima de todas llevó la claridad al partido. Fue la de un Morata que no marcaba en Serie A desde el pasado 2 de septiembre y cuyo último gol fue ante el Real Madrid en la Liga de Campeones. El Milan, sin margen de error, necesitaba de su nuevo líder para reengancharse a la igualada pelea por el ‘Scudetto’, todavía a varios puntos. Y Morata apareció.
El delantero madrileño lideró el vendaval ‘rossonero’. Primero con un disparo cruzado que se marchó rozando el palo y, poco después, en el minuto 19, con el primer gol del duelo, ese que acabó con su sequía de 5 partidos sin marcar en el campeonato doméstico. Fue en una jugada que se inventó Leao. El luso caracoleó dentro del área y su disparo topó con la defensa del Empoli. El rechace quedó muerto y Morata, con una media volea, inauguró el marcador. Recuperada la sonrisa de Morata, el Milan continuó haciendo daño a una de las revelaciones de la temporada. Fue un dominio total, indiscutible para volver a encontrar la confianza perdida tras los empates ante Cagliari y Juventus. Y la sentencia llegó justo antes del descaso con el primero de los goles de Reijnders.
Álvaro Morata es una de las grandes estrellas del Milan / LAP
El centrocampista neerlandés es uno de los mejores jugadores de este Milan de Fonseca. Junto a Pulisic es el que mejor en forma está. Y cada vez que pisa área es un peligro. Ante el Empoli rondó dos veces e hizo dos goles. El primero justo antes del descanso, en una copia del de Morata. Remató Pulisic, quedó un rechace suelto y Reijnders la puso en el palo corto con una media volea.
Ya en el segundo tiempo, con la victoria en la mano, solo amenazada por el larguerazo de Maleh que pudo haber dado vida al Empoli, llegó el tercero del partido. En una contra, Reijnders encontró un pasillo y disparó desde fuera del área para rubricar la goleada. El Milan, liderado por Morata, volvió a ser el Milan. Sigue lejos de la pelea, fuera de puestos europeos, pero al acecho.
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