Por segunda vez esta temporada, el Bayern de Múnich ha sido sancionado por el tribunal deportivo de la DFB por retrasar partidos. El organismo ha constatado que el club había vuelto a llegar tarde a un partido de Bundesliga, así que deberá afrontar una multa de 15.000 euros que se suma a la recibida hace escasas semanas de 20.000.
Los hechos ocurridos tuvieron lugar durante el partido contra el St. Pauli del pasado 9 de noviembre de 2024. La sentencia establece que “según las anotaciones del acta del partido, el inicio del mencionado partido sólo pudo tener lugar con un retraso de 2:07 minutos. El retraso se debió a que los jugadores del equipo visitante -en este caso el Bayern- salieron demasiado tarde del vestuario, lo que retrasó la revisión del equipamiento y el posterior rodaje. A favor del club, la Comisión de Control de la DFB considera en un procedimiento sumario que el retraso es imputable al FC Bayern Munich y asciende a algo menos de dos minutos”, explican en la sentencia. De este modo, el club será multado según la normativa con una multa de 15.000 euros.
El Bayern es reincidente
No es la primera vez en la temporada que el Bayern tiene problemas de este tipo; el pasado 27 de octubre contra el VfL Bochem, el club bávaro había completado tarde la inspección del equipamiento, según la DFB, por lo que el partido solo pudo comenzar “con un retraso de dos minutos y medio“. Según el reglamento, “los jugadores deben ser controlados antes del inicio del partido y los sustitutos deben ser controlados antes de entrar en el campo” y recibieron una multa de 20.000 euros para la entidad.
En total, el club bávaro deberá pagar 35.000 euros de multa por retrasar partidos hasta ahora, una cantidad que puede ser irrisoria para una entidad como el Bayern, pero que no deja de ser un toque de atención a los jugadores por su tardanza.
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